top of page

FILOSOFÍA Y FUNDAMENTOS INSTITUCIONALES

 

Hace referencia a los fundamentos

antropológicos, epistemológicos,

sociológicos, axiológicos y

psicopedagógicos que han de

orientar la difícil pero noble labor

de formar docentes para el desempeño en la educación preescolar y básica primaria del sector urbano y rural. La epistemología en la formación del futuro docente es abordada con parámetros de un nuevo saber para un mundo en continuo cambio ideológico, técnico, tecnológico, cultural y social que exige pasar de un saber estático, vertical e imperativo a un saber dinámico, interactuado, participativo, concertado, creativo e investigativo.

Los contextos antropológicos, sociológicos y axiológicos regionales desde donde se ha de pensar la formación del futuro docente, no difiere de la problemática nacional en cuanto a la mala distribución y administración de los bienes, la inseguridad y la violencia; la inconsistencia familiar, la pérdida de valores, la limitación en un alto porcentaje de estudiantes para acceder al proceso educativo formal y unido a esto, la creciente apatía del estudiante.

La corrupción, la pérdida de liderazgo, el poco compromiso de los estamentos gubernamentales, administrativos y directivos hacen perder autoridad moral y por ende eficiencia y eficacia en su quehacer y desempeño.

Frente a este horizonte de incertidumbre se exige un docente de alta calidad humana y profesional consciente de la realidad social y ambiental de su entorno, que reflexione y sea capaz de generar cambios de actitud en los educandos construyendo una escuela inmersa en la realidad mundial.

La formación pedagógica de los docentes se fundamenta en una reflexión que supera los límites de la definición, para adentrarse en la significación del saber y del hacer pedagógico donde confluye enseñanza, formación, educación y aprendizaje conforme al Modelo “Interaccionismo Socio – cognitivo”.

Según la ley 115 de 1.994 y el decreto reglamentario 1860 de 1.994, distintos estamentos que son identificados como componentes de la comunidad educativa, miembros del gobierno escolar y agentes educacionales, desde su quehacer, participan en el proceso educativo de los estudiantes.

La directriz de la Normal será garantía de autonomía y comunicación hacia el logro de la meta deseada: “Formar Maestros”. El Maestro como dinamizador de procesos integrales e integradores pondrá al servicio de su quehacer, su saber general, específico y pedagógico al igual que sus condiciones humanas que le permitirán proyectarse ante los educandos como el verdadero profesional de la educación. Su integridad de vida ha de garantizar un trabajo interdisciplinario, de equipo, de corresponsabilidad y de apertura a los cambios del nuevo siglo.

Los educandos como poseedores de un gran potencial humano, siendo centro y protagonistas de su formación, requieren de motivación, apertura, disponibilidad,
vocacionalidad y firme voluntad donde se apropie de dicho compromiso, acciones que no serían posibles sin la intervención y compromiso de los padres de familia con su labor coeducadora y co-protagonista fundamentada en una integridad de vida, de  acompañamiento y respeto mutuos.

Siendo parte del contexto, la comunidad es sujeto y objeto del proceso; pues recibe y da; recibe la acción de la Institución que se proyecta hacia un mejoramiento de las condiciones de vida. La comunidad da a la institución normalista, la posibilidad de continuar su misión, proporcionándole el recurso humano que retroalimenta la vida institucional lo mismo que su interacción formadora en pro del desarrollo integral de sus hijos normalistas.
 

bottom of page